Sunday, April 27, 2014

Sal con una chica simple.

Lo encontré en un grupo en facebook y amé esto, lo compartiré. Y aclaro no es de mi autoría:








Sal con una chica que lea. Sal con una chica que gaste su dinero en libros en vez de ropa. Ella tiene problemas de espacio en su clóset porque tiene demasiados libros. Sal con una chica que tenga una lista de libros que quiere leer, que tenga un carnet de biblioteca desde que tenía doce años.

Encuentra una chica que lea. Sabrás que lo hace porque siempre tendrá un libro por leer en su cartera. Ella es ésa que mira amorosamente sobre los estantes en la librería, la que llora calladamente cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica extraña olfateando las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Ésa es la lectora. Nunca pueden resistirse a oler las páginas, especialmente cuando están amarillas.

Ella es la chica que lee mientras espera en esa cafetería al final de la calle. Si echas un vistazo a su taza, la crema está flotando en la parte de arriba porque ella está ya como absorta. Perdida en un mundo creado por el autor. Siéntate. Quizás te dé una mirada penetrante, porque a la mayoría de las chicas que leen no les gusta ser interrumpidas. Pregúntale si le gusta el libro.
Cómprale otra taza de café.

Hazle saber lo que realmente piensas de Murakami. Ve si pasó del primer capítulo de La Comunidad. Entiende que si te dice que entendió el Ulises de Joyce, sólo lo está diciendo para sonar inteligente. Pregúntale si ama a Alicia, o si le gustaría ser Alicia.

Es fácil salir con una chica que lee. Dale libros por su cumpleaños, por Navidad y en los aniversarios. Dale el regalo de las palabras, en poesías, en canciones. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings. Déjale saber que entiendes que las palabras son amor. Entiende que ella sabe la diferencia entre los libros y la realidad pero, por Dios, ella está tratando de hacer su vida un poco más como su libro favorito. Nunca será tu culpa si ella lo hace.
Ella tiene que intentarlo, de algún modo.

Miéntele. Si entiende de sintaxis, entenderá que necesitas mentir. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo. No será el fin del mundo.

Fállale. Porque una chica que lee, sabe que el fracaso siempre lleva al clímax. Porque son chicas que entienden que todas las cosas llegan a un fin. Que siempre puedes escribir una secuela. Que puedes comenzar una y otra y otra vez y aún ser el héroe. Que la vida está destinada a tener uno o dos villanos. 
¿Por qué tener miedo de todo lo que no eres? Las chicas que leen entienden que la gente, como los personajes, se desarrollan. Excepto en la serie de Crepúsculo.

Si encuentras una chica que lee, manténla cerca. Cuando la encuentres despierta a las dos de la mañana, apretando un libro contra su pecho y sollozando, hazle una taza de té y abrázala. Puedes perderla por un par de horas, pero siempre regresará contigo. Hablará como si los personajes en el libro fueran reales, porque, por un rato, siempre lo son.
Le propondrás matrimonio en un globo aerostático. O durante un concierto de rock. O muy casualmente, la próxima vez que esté enferma. Por Skype.
Sonreirás tanto que te preguntarás por qué tu corazón no ha explotado y sangrado por todo tu pecho todavía. Escribirás la historia de sus vidas, tendrán niños con nombres extraños y gustos todavía más extraños. Ella le presentará a tus niños al Gato en el Sombrero y a Aslan, quizás el mismo día. Caminarán juntos el invierno de su vejez y ella recitará a Keats en voz baja mientras tú te sacudes la nieve de las botas. 

Sal con una chica que lee, porque te lo mereces. Te mereces una chica que pueda darte la vida más colorida imaginable. Si tú sólo puedes darle monotonía, y horas duras y propuestas a medias, entonces estás mejor solo. Si quieres el mundo, y los mundos más allá de éste, sal con una chica que lea.

O mejor aún, sal con una chica que escriba.

Wednesday, April 16, 2014

En tiempos aquellos.


Estaría más tiempo en el océano. 

Viendo las nubes pasar y el horizonte de mil colores. Pero un día iba a regresar a la superficie y tocar la arena con los talones. Estaría sola encontrándome a mí misma en un lugar donde el tiempo se minimiza cuando todo es veloz. 

Me lavaré la cara y las gotas me las secaré en el pantalón. Entonces mis jeans quedarán húmedos y secaré con el viento, 

caminaré por donde caminan todos. Saldré. Sin tiempo para pensar en el calor de mi cuerpo, en la temperatura de mis pies o en el sabor del café. Todo será más rápido y viviré menos. No me dentendré en los colores del agua, en los estanques, ni contaré más mis pasos. 

El océano fue difícil un tiempo, agradable la instancia y también la salida. Le daré gracias por no dejarme hundir y en cambio darme más de lo que yo quería. 

Enero de 2014. Calgary, Canada.

La verdad es cosa de falsos.

Para Sabina,vivir en la verdad, no mentirse a sí mismo, ni mentir a los demás, solo es posible en el supuesto de que vivamos sin público. En cuanto hay alguien que observe nuestra actuación, nos adaptamos, queriendo o sin querer, a los ojos que nos miran y ya nada de lo que hacemos es verdad. Tener público, pensar en el público, eso es vivir en la mentira.
Fragmento de 'La insoportable levedad del ser' de Milan Kundera.

Somos figurantes de escenas ya pensadas. Como actores sin telar, pero con público constante. Que siempre criticará la actuación, juzgará y se reirá. ¿En realidad queremos ser un personaje de admiración? tal vez no repudio. 

NOTA: Este libro es mi favorito. 

Sunday, April 13, 2014

Tiempo de crecer

Tiempo de crecer fue un título que surgió hace unos meses, cuando me di cuenta que necesitaba un stop para volver a empezar. 

¿Pero empezar qué? mejor debería renunciar a aquello que le llaman ''amor''. 

Tiempo de crecer, para no llorar, 
tiempo de crecer para darme cuenta que con un mal de amor no se acaba el mundo.

Tiempo de crecer,
para darle tiempo a estudiar, a leer, a escribir, 
tiempo para mí. 

Pero al parecer ese tiempo está lejano, 
ese tiempo no llega a mis manos 

... Pero bueno, por lo menos no lloro, 
Ya no enloquezco, mis caprichos han calmado sus deseos. 

He aprendido a perder.

He aprendido a perder tiempo
y hacerle versos para encontrar algo de aquello perdido. 

He aprendido a atar mi corazón, 
para que jamás se vuela a sentir al borde del abismo.

Que las melancolías son menores, 
que ya no hay decepciones.

...que ya no hay amor.

(Recopilación de hace mucho tiempo. Muuuuuuchoooo tiempo)

Friday, April 11, 2014

Sin poder huirle.

Siempre he pensado que uno se enamora de la idea de una persona, no de la persona.
Si supieras que te pienso tanto. Yo no lo quise asi. 

Un dia apareciste, otro dia te fuiste. Y luego de mucho tiempo, un dia volviste a aparecer.

Quien entendia tus comas, tus pausas. Eras tanto ruido que no supiste que siempre estaba entre tus silencios. 

Yo no quise tenerte presente. Pero me invades cada noche en mis sueños. Por qué. 

Eso fue ese dia que me viste y me saludaste. Tampoco queria verte, pero apareciste. Y caminamos por el centro de Bogotá y me dijiste que yo estaba en tus sueños, que no me olvidas. 

Debí haberlo descifrado, pero no pude codificarte, si es una mentira o una verdad. 

Mentira debe ser, como todo lo que me dijiste durante tanto tiempo. Mentiras. 

Tal vez sean mentiras que me extrañas, que me sueñas, que me quieres y que sabes que nadie más te va a querer como yo lo hice. 

NOTA:
Han pasado cosas, que hace que escritos como este no tengan valor alguno ahora, pero valoro que con el tiempo, todavía me agrade leer la forma en que escribí esto. No lo pude haber publicado antes, aun sabiendo que jamás me leería.